A diferencia de lo que nos cuenta la literatura y propaganda anglosajona, los barcos españoles que fueron apresados por los filibusteros británicos fueron muy pocos.
Y es que de los 11.000 buques que partieron de América a España entre 1540-1650 (periodo de mayor flujo en el transporte de oro y plata) sólo 107 fueron los que no llegaron a puerto debido a ataques piratas, es decir, menos del 1% de los que partieron.
Lo cierto es que a raíz de esos ataques de piratas y corsarios tanto ingleses, franceses como holandeses; los españoles crearon un auténtico sistema de defensa naval de galeones mucho más armados que los navíos piratas: la llamada Flota de Indias.
Este sistema ideado por el Capitán Menéndez de Avilés, fue tan eficaz que obligaba a los piratas a utilizar tácticas de engaño para tener alguna opción de robar el tesoro transportado por los españoles; bien enarbolando el pabellón español o bien haciéndose pasar por simples buques mercantes o pesqueros.
Sin embargo, en la inmensa mayoría de las veces, los piratas no solían salir muy bien parados cuando eran descubiertos.