Por su especial interés traemos a la página web de la asociación HispaUnidad el comunicado del particio político “Principios y valores” de Santa Fe, en Argentina, cuyo líder es el destacado hispanista Marcelo Gulko. El comunicado es interesantisimo en el sentido de que revela cómo la interpretación errónea, torticera de nuestra historia influye constantemente en nuestro día a día, en la política del presente. Más que nunca, en la Hispanidad, hoy dia la batalla cultural por el correcto conocímiento e interpretación de nuestra historia común, es la batalla por la construcción del futuro.

COMUNICADO DE REPUDIO A LAS DECLARACIONES DEL CORONEL MAYOR CARLOS ALBERTO PRESTI, DIRECTOR DEL COLEGIO MILITAR DE LA NACIÓN.

Desde el partido “Principios y Valores” Santa Fe, queremos expresar nuestro más categórico repudio a las lamentables expresiones del Coronel Mayor Carlos Albero Presti, Director del Colegio Militar de la Nación, con ocasión de celebrar y conmemorar el 169° Aniversario de la batalla Caseros ocurrida el 3 de febrero de 1852, donde el Gral. Justo de José de Urquiza, en un acto de alta traición ocultado y tergiversado hasta el día de la fecha por la historiografía oficial, derrotó a las tropas federales comandadas por el Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas, por entonces Gobernador de la Provincia de Buenos Aires (encargado de las Relaciones Exteriores de la Confederación Argentina). Resulta lamentable que la institución encargada de formar a la oficialidad del Ejército Argentino celebre una fecha tan sombría para nuestra historia, una derrota militar que como han destacado prestigiosos historiadores como Ernesto Palacio, Arturo Jauretche y el propio Gral. Juan Domingo Perón, dejó a nuestro país inerme y sometido a los intereses británicos (que actuaban en Sudamérica a través del Imperio del Brasil y del artificial estado de Uruguay), que impusieron la libre navegación de los ríos, la derogación de la ley de aduanas y la plena adscripción del país a la división internacional del trabajo y al librecambio dirigidos en aquel entonces desde la City londinense. Como bien dijo el Gral. Perón: “En eso estaban las cosas al comienzo del año 1851, cuando se produce el hecho más increíble de la historia argentina y uno de los acontecimientos más vergonzosos de la historia universal. El general en jefe del Ejército de Operaciones argentino para la guerra con el Brasil; Don Justo José de Urquiza, entra en tratativas con el enemigo para pasarse a él y arrastrar las tropas que el país ha puesto bajo su mando y responsabilidad. (…) Por supuesto que las negociaciones son ‘secretísimas’. La posición de Urquiza, al mando del ejército más poderoso de esta parte de Sudamérica, en esos momentos, le da una carta de triunfo que solo está dispuesto a entregar a muy alto precio. Sobre todo dinero. Mucho dinero. La coordinación y el ‘manejo’ de las tratativas, desde luego que está, como siempre, a cargo de los exiliados argentinos de Montevideo. Rosas, que ignora todo esto, declara formalmente la guerra al Brasil. Urquiza se pronuncia en marzo de ese mismo año contra Rosas. Ya ha ‘arreglado’ con el Brasil. (…) Ante la entrada de las tropas brasileñas al territorio argentino, Rosas recibe numerosas adhesiones. Entre ellas la de varios jefes unitarios, que se sienten ‘repugnados’ por lo que está ocurriendo y vienen a ofrecer sus espadas para luchar contra el extranjero y los traidores. Rosas los acepta y les da mando de tropas. La batalla se dio en Morón. Las fuerzas nacionales poco pudieron hacer contra un enemigo que las duplicaba en número y armamentos. La historia escolar, la conoce como ‘Caseros’ porque los brasileños exigieron que así se llamara dado que a la División de ese país le tocó pelear en un sector conocido como ‘Palomar de Caseros’. En la historia de Brasil, se la llama ‘la revancha de Ituzaingó’ y ‘fin de la guerra contra Argentina’. (…) El día 20 de febrero de 1852, aniversario de la batalla de Ituzaingó, el ejército brasilero entró en Buenos Aires, con charangas y banderas desplegadas a su frente. Se fusiló y degolló a tanta gente, que el río que cruza Palermo, dice los testigos de la época, bajaba con sus aguas de color rojo.” Rosas, quien había derrotado a los poderosos imperios británico e inglés unos años antes, terminó “asilado” en Inglaterra, corriendo un destino muy parecido (exilio y muerte) al del último gran hombre de armas que se atrevió a amenazar a la pérfida Albión en el siglo XIX: Napoleón Bonaparte. Dice al respecto Palacio: “La sabia política americana del Restaurador había afianzado, por lo demás, nuestro prestigio en todo el continente (…) Todo esto cambiaría radicalmente después de Caseros. A la zaga del ejército internacional triunfante, volverían a imponerse los rivadavianos, propiciadores de todas las entregas (…) los colonialistas, que despreciaban a su patria por ‘bárbara’ y ‘atrasada’ y se proponían cambiarlo todo; los que proclamaban la superioridad del extranjero sobre el nativo; los ideólogos y ‘logistas’, en suma, que -en nombre de principios universales- obedecían en realidad a ocultas directivas de la masonería internacional para la infiltración de los intereses en ella dominantes.” Esta batalla, lejos de significar el inicio de nuestra “organización institucional”, como falsamente señala la historia liberal y oficial mitrista, fue el comienzo de nuestra dependencia, la cual continúa hasta el día de hoy y de la cual han sido víctimas nuestras propias Fuerzas Armadas, hoy prácticamente disueltas y sin la más mínima capacidad operativa para cumplir con su deber esencial cual es la defensa de la soberanía nacional. Conmemorar una fecha como esta es una muestra de la subordinación ideológica de sus altos mandos, así como de su decadencia material y moral. Desde nuestro espacio político hacemos un llamamiento a restaurar los Principios y Valores fundantes de nuestra patria, a recuperar el verdadero espíritu nacional de nuestras Fuerzas Armadas que expusieran con tanta hidalguía junto a Liniers, San Martín, Rosas, Perón y que con tanta fiereza y determinación lucharan por nuestra soberanía en el Atlántico Sur. ¡POR UNA ARGENTINA JUSTA, LIBRE Y SOBERANA, REIVINDICAMOS LA FIGURA DEL BRIGADIER GENERAL JUAN MANUEL DE ROSAS, HEREDERO DEL SABLE DEL LIBERTADOR GENERAL SAN MARTÍN, REPUDIAMOS AL TRAIDOR Y MASÓN URQUIZA Y CONVOCAMOS A TODO EL PUEBLO ARGENTINO A LUCHAR POR LAS BANDERAS DE LA SOBERANÍA POLÍTICA, LA INDEPENDENCIA ECONÓMICA Y LA JUSTICIA SOCIAL!

PARTIDO “PRINCIPIOS Y VALORES” SANTA FE

MARCELO GULLO EDUARDO CASTRO
PRESIDENTE VICEPRESIDENTE

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